sábado, 10 de noviembre de 2007

Ponen en práctica el secreto de las "plantas felices" para vinos con valor agregado y diferenciado

La primera viña biodinámica de Chile se encuentra ubicada a 13 kilómetros de Cauquenes, en la región del Maule y su propietario, Rodrigo de Toro, espera que dentro de dos o tres años ya se estén vendiendo los primeros vinos producidos bajo este concepto austrohúngaro de la "vida en movimiento", que data de 1865, pero que nunca antes había sido aplicado en Chile.


"Es cosa de mirarlas, para darse cuenta que estas plantas están felices, porque brillan, tienen un color verde intenso, no presentan daños por plagas y han crecido muy rápido", relata orgulloso el agricultor, mientras muestra sus tres hectáreas de viñas.

El proyecto, cofinanciado por De Toro y Corfo, que aportó el 49%del costo total, es decir, 69 millones de pesos, se inserta en la búsqueda de alternativas productivas para diversificar y modernizar la agricultura de la zona de Cauquenes a un sistema de Producción Sustentable y consiste en producir uvas en un proceso en el que lo más importantes es la integración de la Tierra con el Hombre, respetando los ciclos lunares, los movimientos y el cosmos y el orden natural.

El biodinamismo incorpora muchos de los principios de la agricultura orgánica tales como la prescindencia de los productos químicos, Sin embargo, lo innovativo es que implica estudiar cómo influyen las fuerzas de la naturaleza en las plantas, animales y suelos.Además, conlleva a que el predio en el que se aplica sea autosuficiente, combinándose la agricultura y ganadería, con la finalidad de obtener y elaborar los preparados biodinámicos en el mismo predio.

Rodrigo de Toro recalca que su viña está ubicada en la zona de Cauquenes, que muy pronto será reconocida como el lugar más luminoso del mundo, y que se puede apreciar en ella un pleno respeto a los ciclos naturales. "Nosotros nos regimos por los ciclos de la luna, por eso hay ciertos días y horas precisas para trabajar en la viña, hacer los preparados y luego esparcirlos con agua vida, no contaminada y muy oxigenada, que se aplica siempre imitando el movimiento del cosmos, en forma de remolino, eso se llama dinamizar".

La directora de Corfo de la Región del Maule, Cristina Orellana, destacó que "este proyecto es un claro ejemplo de cómo la innovación puede incidir en el proceso productivo para mejorar los precios, por eso esperamos que dentro de dos o tres años ya podamos contar con un vino con certificación internacional y un valor agregado y diferenciado".

Los productos con este tipo de características tienen un nicho de mercado en países de Europa, Norteamérica y Japón, alcanzando sobreprecios de hasta un 100%.



Paula Riquelme
Transcrito por: Chile Potencia Agroalimentaria

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