lunes, 12 de mayo de 2008

Estudian cómo medir factores que afectan al crecimiento de la vid y a la producción de vinos

Grupo de investigación en geomática busca construir una solución inteligente integrada, para la toma de decisiones en las industrias productoras de uva y vino.

Mejorar la calidad de la producción de vino, sintetizando datos ambientales y sensoriales con el uso de la geomática –subrama de la ciencia informática aplicada a los estudios de la tierra– es el objetivo del proyecto que ha reunido el interés de los investigadores de maulinos, Mary Carmen Jarur y Leopoldo Pavesi, del Departamento de Computación e Informática de la Universidad Católica del Maule (UCM), y del investigador neozelandés Philip Sallis, de la Escuela de Computación y Ciencias Matemáticas de la Universidad Tecnológica de Auckland (AUT).

El grupo Geomatic Research Center, así denominado, tuvo su origen en agosto de 2007 como consecuencia de la asociación del plantel oceánico con la universidad local.

El proyecto trata principalmente de la síntesis de datos medidos en terreno como aquellos de origen ambiental o climático. Con ello la idea es aprovechar toda la base de conocimientos de especialistas y expertos, con el propósito de obtener una formulación matemática que permita establecer un modelo para, por ejemplo, estimar a priori la calidad del vino de los próximos años, explicaron Jarur y Pavesi.

Lo anterior constituye un enfoque innovador e integrador de varias experiencias realizadas en este campo, sin que ninguna de ellas haya aspirado hasta ahora a proporcionar una respuesta tan completa, sostuvo Sallis, aludiendo que se han realizado estudios similares pero todos incompletos.

“El estudio va muy bien, es así como los resultados obtenidos hasta la fecha, serán presentados en eventos internacionales en Estados Unidos, España y Malasia”, agregó el académico, quien ya ha efectuado cinco visitas a la universidad maulina, la primera en su calidad de pro-rector de la AUT y las cuatro restantes como investigador del grupo. Desde el año pasado, además, está realizando pasantías como académico adscrito a la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la UCM.

Investigación asociada con la Universidad Tecnológica de Auckland

“Actualmente tenemos una estación meteorológica inalámbrica, que se ubica en el Campus San Miguel de la UCM y que recolecta datos, los cuales son contrastados con otra estación de idénticas características instalada en Auckland, a cargo de los investigadores de la AUT”, señaló Jarur.

“Estamos utilizando imágenes satelitales con sensores remotos para medir el clima, la caída del agua, el sol, temperatura, velocidad, etc., más la influencia atmosférica y la densidad de las emisiones de carbono, además de la saturación de los pesticidas en los cultivos, explico Sallis.

En efecto, las variables posibles –cuyos valores se pueden recoger usando esta tecnología– se relacionan con las con las influencias atmosféricas (vapor de agua, características de la nube, aerosoles; factores ecológicos (nivel de clorofila, agua de la hoja, celulosa, pigmento); dominación geológica (tipos mineral y de suelo); influencias de la nieve/hielo (fracción de la cubierta de la nieve, tamaño de grano, índice del derretimiento); e influencias de quema de la biomasa.

“En definitiva buscamos “cómo podemos medir los factores que afectan al crecimiento de la uva y a la producción de vino”, añadió. Un análisis similar de las plantas y su crecimiento se realiza no sólo en nuestra región, sino también en otras zonas del mundo como el sur de Japón, Cádiz (España), la Región de Matakana en Nueva Zelanda y el sur de California en Estados Unidos. No se descarta la participación de otros investigadores en otros países como Uruguay.

Conocer y comparar cómo crece la vid tanto hacia arriba como hacia abajo, y llevar esto a una ecuación, es parte de un modelo computacional que predecirá las condiciones del tiempo, principalmente las heladas que afectan a las plantas en esta estación del año. Lo que, en palabras de Pavesi, “tiene un claro impacto en la calidad del vino y por ende su valor comercial”.

“Por otra parte, la calidad a la que se puede aspirar –indicó Jarur– , es posible con la ayuda de técnicas de inteligencia computacional, tales como las redes neuronales, la lógica difusa, incluyendo métodos avanzados de optimización”.

“Todas las técnicas mencionadas anteriormente nos permiten realizar la toma de decisiones a partir de una combinación de información precisa e imprecisa, a la vez de facilitar el procesamiento de grandes cantidades de datos”, argumentó finalmente Pavesi.

Las proyecciones son favorables con lo ya realizado hasta ahora, por lo que el grupo espera postular al financiamiento a fondos de investigación nacionales como extranjeros.

Más investigadores se unen al proyecto.

Por tratarse de un estudio de largo aliento se consideran nuevas fases a las que se han incorporado también investigadores de la Universidad de Talca. Asimismo, ya están participando investigadores de la Universidad Asiática del Pacífico (Japón), el Laboratorio de Mapas e Imágenes de la Universidad de California Santa Bárbara, la Biblioteca Digital Alexandría, además de y la compañía estadounidense E.D.A. Systems Inc. (Sensor Technologies), que es la que provee los sensores de medición.

En este sentido, el grupo espera incluir a estudiantes graduados y otras investigaciones colaborativas en áreas tales como el procesamiento de señales, el reconocimiento del habla, la percepción remota y el análisis de datos de texto.

El objetivo final será construir un prototipo de trabajo de una solución inteligente integrada para la gestión estratégica en las industrias productoras de uva y vino, donde el sistema de información que resulte representará escenarios para la mejora de calidad de la cosecha y aumentará la producción.

A largo plazo, se espera que los resultados de la investigación se puedan generalizar a otros cultivos donde existe una información similar, y con ello, obtener un modelo ambiental que pueda capturar aspectos significativos de los efectos ambientales sobre calidad del cultivo y cosecha para el uso de la eco-industria.

Patricio Caamaño

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