Realizan quema clandestina de neumáticos en Cauquenes
El sector también se ha transformado en un sitio donde gente va a depositar basura de todo tipo, lo que aumenta la contaminación ambiental.
El medio ambiente atraviesa por duras pruebas. La naturaleza se reveló en Chaitén y también en China. El desastre es inmenso. La capa de ozono no da para más. Como si fuera poco, en la tarde del jueves una espesa humareda, color negro, empañó el cielo en pleno cre-púsculo.
La nube ensombreció la atmósfera y por supuesto, alarmó a los habitantes de esta ciudad, toda vez que el humo se elevó sobre los 200 metros, producto de las bocanadas causadas por la quema clandestina de cientos de neumáticos en desuso.
Éstos fueron depositados a la orilla oriente del ya agobiado río Tutuvén, en el basural clandestino colindante con los viñedos del predio Quiriquina, ubicado a la entrada norte de Cauquenes. Nadie sabe quién dio origen a la pira maloliente, cuyo hedor invadió toda el área norponiente de la ciudad e incluso llegó hasta barrios de la capital provincial, cuya polución fue arrastrada por una leve pero efectiva brisa proveniente de la costa.
“Prohibido botar escombros y basuras”
El material particulado pero efectivo cubrió la zona. Hasta el lugar amagado llegaron bomberos que, como siempre a costa de sus impagables servicios, apagaron la fogata contaminante.
Paradojalmente el Municipio instaló en el acceso al río un letrero que dice “Prohibido botar escombros y basuras”. Sin embargo se produjo igual el atentado contra el medio ambiente.
El río Tutuvén corre por la vertiente desde los cerros costeros hacia el valle andino. La leyenda cuenta que quien bebe de sus cristalinas aguas, se queda para siempre en Cauquenes. Ahora la corriente fluvial es víctima de escombros, aguas putrefactas embancadas de tanto sacar arena desde el lecho. Un monumento al crimen ecológico.
Basurales clandestinos como el ya señalado, son habituales en los alrededores de esta ciudad. Colchones destrozados, esqueletos de animales, roedores, cocinas viejas, calefones y cuánta suciedad existe, son depositadas en los límites urbanos.
Todo ello derivado de la escasa capacidad de la empresa contratada por la Municipalidad para extraer desde los domicilios, este tipo de materiales y también por la poca sana costumbre de los cauqueninos de depositar toda clase de desperdicios, donde hay espacios vacíos, como es el caso de esta irracional quema de neumáticos. Preguntas: ¿qué hace el departamento de Aseo y Ornato de la Municipalidad? ¿Hay fiscalización? Por lo pronto, los “cachureos” siguen proliferando.
Fuente: La Prensa
Foto: P. Salgado
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