Productores de uva en rojo
Estudio de FEDEFRUTA demuestra que a un dólar de $450 los productores de uva Thompson y Red Globe deberán asumir pérdidas de US$7200 para la primera variedad y de US$2.600 para la segunda.
Con el dólar a punto de quebrar los $430, producto del diferencial de tasas de interés entre Chile y EEUU, los empresarios frutícolas orientados a la exportación están, como afirman los dirigentes del sector, sencillamente “desesperados”.
Un botón de muestra del trance por el que está pasando estos empresarios es la situación de los productores de uva Thompson y Red Globe, las principales variedades de esta especie dentro de la zona central de Chile. De acuerdo a un estudio de FEDEFRUTA durante esta temporada, y producto de la violenta caída del dólar, los productores perderán US$7.200 por hectárea para el caso de la variedad Thompson –con lo que esta será la cuarta temporada en rojo para estos empresarios- y US$2.600 para el de Red Globe.
El estudio demuestra que el costo de producir un kilo de fruta ha crecido con bastante fuerza, básicamente debido al alza en el valor de la mano de obra, pasando, en el caso de la uva Thompson, de US$ 0,67 por kilo en la temporada 2003/2004 a US$ 1,03 en 2007/2008. En el caso de Red Globe, de US$ 0,42 en 2003/2004 el costó llegó a US$ 0,63 en 2007/2008.
Este análisis fue realizado con un dólar de $450, y un retorno neto por kilo basado en el promedio de los retornos obtenidos en las cuatro temporadas anteriores. Además, se consideró una producción de 20 mil kilos por hectárea en Thompson y 26 mil kilos en Red Globe.
Rodrigo Echeverría, presidente de FEDEFRUTA, señala que este estudio demuestra lo que ya era palpable desde hacia bastante tiempo, y que ya se está concretando en cambios de producción y productores que no cosecharán esta temporada. “Dado que estas son inversiones de largo plazo los agricultores están cerrando y cambiando a cultivos anuales que, al menos, arrojan rentabilidades positivas. Esto con el consiguiente daño para la fruticultura nacional, en términos de pérdida de futuros mercados, facilitando el camino a nuestros competidores y desechando los esfuerzos invertidos en los tratados de libre comercio. Todavía más, hay pérdidas en inversión infraestructura para el productor”, dice.
“Lo más importante es que el sector frutícola entrega trabajo a miles de trabajadores del sector rural. La quiebra de los empresarios frutícolas significa la cesantía de gran parte de la fuerza laboral de esas zonas. Ello, ya que los cultivos anuales ocupan tan sólo un 7% de la mano de obra que se utiliza en un parronal y, más encima, con una menor remuneración”, advierte.
En esta línea, el dirigente de FEDEFRUTA instó a las autoridades a tomar cartas en el asunto, “ya que aún podemos salvar el corazón del desarrollo agrícola del país”. Llamó, además, a los parlamentarios de las zonas rurales “a palpar en sus provincias y comunas la nueva realidad que comienza a aparecer en las zonas rurales”.
Un botón de muestra del trance por el que está pasando estos empresarios es la situación de los productores de uva Thompson y Red Globe, las principales variedades de esta especie dentro de la zona central de Chile. De acuerdo a un estudio de FEDEFRUTA durante esta temporada, y producto de la violenta caída del dólar, los productores perderán US$7.200 por hectárea para el caso de la variedad Thompson –con lo que esta será la cuarta temporada en rojo para estos empresarios- y US$2.600 para el de Red Globe.
El estudio demuestra que el costo de producir un kilo de fruta ha crecido con bastante fuerza, básicamente debido al alza en el valor de la mano de obra, pasando, en el caso de la uva Thompson, de US$ 0,67 por kilo en la temporada 2003/2004 a US$ 1,03 en 2007/2008. En el caso de Red Globe, de US$ 0,42 en 2003/2004 el costó llegó a US$ 0,63 en 2007/2008.
Este análisis fue realizado con un dólar de $450, y un retorno neto por kilo basado en el promedio de los retornos obtenidos en las cuatro temporadas anteriores. Además, se consideró una producción de 20 mil kilos por hectárea en Thompson y 26 mil kilos en Red Globe.
Rodrigo Echeverría, presidente de FEDEFRUTA, señala que este estudio demuestra lo que ya era palpable desde hacia bastante tiempo, y que ya se está concretando en cambios de producción y productores que no cosecharán esta temporada. “Dado que estas son inversiones de largo plazo los agricultores están cerrando y cambiando a cultivos anuales que, al menos, arrojan rentabilidades positivas. Esto con el consiguiente daño para la fruticultura nacional, en términos de pérdida de futuros mercados, facilitando el camino a nuestros competidores y desechando los esfuerzos invertidos en los tratados de libre comercio. Todavía más, hay pérdidas en inversión infraestructura para el productor”, dice.
“Lo más importante es que el sector frutícola entrega trabajo a miles de trabajadores del sector rural. La quiebra de los empresarios frutícolas significa la cesantía de gran parte de la fuerza laboral de esas zonas. Ello, ya que los cultivos anuales ocupan tan sólo un 7% de la mano de obra que se utiliza en un parronal y, más encima, con una menor remuneración”, advierte.
En esta línea, el dirigente de FEDEFRUTA instó a las autoridades a tomar cartas en el asunto, “ya que aún podemos salvar el corazón del desarrollo agrícola del país”. Llamó, además, a los parlamentarios de las zonas rurales “a palpar en sus provincias y comunas la nueva realidad que comienza a aparecer en las zonas rurales”.
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